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Solo 1 de cada 10 peruanos logra sobrevivir al cáncer de estómago [Infografía]

En el 85% de casos se detecta en estadíos avanzados, por lo cual la prevención es la mejor arma. La presencia de la bacteria Helicobacter pylori es una de las causas más frecuentes.

El partido más duro. El ex fubolista Juan Carlos Bazalar cuenta cómo gracias a la prevención logró vencer la terrible enfermedad. (Luis Centurión)
El partido más duro. El ex fubolista Juan Carlos Bazalar cuenta cómo gracias a la prevención logró vencer la terrible enfermedad. (Luis Centurión)
Mariella Sausa

Mariella Sausa

El cáncer llegó a la vida del ex futbolista Juan Carlos Bazalar de un momento a otro, silencioso, sin síntomas, pero cambió completamente su vida. “Todo fue muy rápido. Un día estaba sano, trabajando, no tenía nada; y al otro estaba en un quirófano listo para ser operado de un agresivo cáncer gástrico. Nunca había escuchado de este cáncer y me sentía morir. Y en cuestión de días ya no tenía estómago”, recuerda.

Fue hace un año y seis meses. Juan Carlos se consideraba un hombre sano, hacía deporte, comía saludable y no tenía ninguna molestia. Se iba a trabajar a Ayacucho por un tiempo, así que decidió hacerse un chequeo médico completo antes de viajar. Como hace algunos años había tenido gastritis y le habían detectado la bacteria Helicobacter pylori, su médico le aconsejó hacerse una endoscopía de rutina. Fue entonces cuando la noticia lo sorprendió: tenía un carcinoma agresivo en el estómago.

Felizmente en su caso el cáncer se detectó en la primera etapa y era operable. Sin embargo, la cirugía fue radical: le sacaron el estómago completo y 56 ganglios. Ahora el ex futbolista tiene 15 kilos menos, el esófago unido al intestino delgado y está aprendiendo a vivir con una forma particular de alimentación.

“Fueron días tormentosos, entubado, con drenajes y mucho dolor, pero pude sobrellevarlos porque en mi agonía el Señor puso su mano sobre mí y me cuidó. Ahora me doy cuenta de lo importante que es la prevención y no esperar un dolor más fuerte para acudir al médico porque puede ser muy tarde”, manifiesta.

Juan Carlos no tenía seguro para hacer frente a la enfermedad, pero recibió el apoyo de la Liga Contra el Cáncer y del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), que fue donde lo intervinieron. Tras superar los peores días, ahora Juan Carlos es consciente de la suerte que tuvo al detectar el cáncer precozmente, pues, según las estadísticas, solo entre 1 y 2 de cada 10 personas puede sobrevivir a la enfermedad.


LA NEOPLASIA MÁS MORTAL
Es que los cánceres de estómago llegan así. Se desarrollan lentamente durante muchos años y, aunque a menudo ocasionan cambios precancerosos en el revestimiento interno del estómago, estos casi nunca causan síntomas en las personas y, por lo tanto, son muy difíciles de detectar.

Se estima que en el Perú la incidencia de casos nuevos por año es de 12 por cada 100,000 habitantes y la tasa de mortalidad es de 9 por 100,000 habitantes. “Es decir que cada año se diagnostican 3,600 casos nuevos de cáncer gástrico y mueren 2,700 personas. La poca sobrevivencia se debe principalmente a que el 80% de los casos se diagnostica en estadíos avanzados, cuando casi no se puede hacer nada”, advirtió Javier Manrique Hinojosa, director de Promoción de la Salud, Prevención y Control Nacional del Cáncer del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN).

Sin embargo, Mauricio León Rivera, director médico del Centro Detector del Cáncer, refirió que existe un alto subregistro de casos y los afectados por este tipo de neoplasia en el Perú serían más de 5,000 personas por año. De acuerdo con las cifras de la Liga Contra el Cáncer, anualmente se presentan 4,800 casos nuevos y mueren, al menos, 4,000 personas por esta enfermedad.

FACTORES DE RIESGO
Según la estadística, esta neoplasia es más común en varones que en mujeres y se registra más incidencia en las regiones Huánuco, Huancavelica, Apurímac y Ayacucho.

Ítalo Landeo, oncólogo de la Liga Contra el Cáncer, explicó que estas regiones tienen más casos porque allí las personas acostumbran comer carne que ha sido salada para su conservación y luego secada y expuesta al sol, y ya se ha comprobado que este es un factor de riesgo para que se presente el cáncer gástrico.

“Además, debido a sus condiciones de pobreza, estas regiones son más vulnerables a la infección con la bacteria Helicobacter pylori, que es otro factor de riesgo para desarrollar cáncer gástrico”, indicó.

Landeo refirió que otros factores de riesgo son pertenecer al grupo sanguíneo A, tener antecedentes familiares de este tipo de cáncer, la obesidad, el tabaquismo y el alcoholismo, y además la pobreza.

“En los lugares donde no hay acceso a los servicios de salud o no hay especialistas gastroenterólogos, los pobladores, ante un malestar, suelen tomar una hierba o mascar coca y solo van al médico cuando vomitan sangre, lo que significa que el cáncer ya está muy avanzado y el pronóstico es muy malo”, refirió.

DETECCIÓN PRECOZ
En el Perú, el diagnóstico temprano de esta neoplasia es bajo, principalmente porque los síntomas no son muy claros. Al inicio no hay señales o estas son muy comunes a otras enfermedades, de tal manera que la gente las confunde con una gastritis, con úlceras o acidez estomacal y se automedica para aliviarse, encubriendo el mal.

Conforme avanza la enfermedad puede presentarse dolor abdominal, llenura prematura, baja de peso, vómitos y sangrado. Empero, cuando aparecen estas señales suele ser muy tarde. “Estos pacientes tienen un pronóstico malo, el 85% se muere a los dos años de detectado”, refirió Landeo.

Para diagnosticar esta neoplasia en las primeras etapas se recomienda una ecografía digestiva alta en pacientes asintomáticos. Sin embargo, esta es poco accesible por su alto costo, e implementar un programa nacional de despistaje gratuito, tal como lo tienen otros países, es muy caro.

“Lo idóneo sería que se hagan estos despistajes, pero la realidad del país es que no se cuenta con equipos endoscópicos ni profesionales idóneos para identificar lesiones pequeñas y microscópicas. No obstante, la recomendación es que la población que está en riesgo cumpla estrictamente con sus chequeos”, señaló el médico Javier Manrique.

¿QUÉ HACER EN TANTO?
Mientras tanto, señaló que una forma de prevenir la enfermedad es mejorar la alimentación con una dieta sana, evitando las carnes procesadas o las expuestas al fuego que pueden tener efectos cancerígenos. “Hay que prevenir pero sin exagerar. El malo de la película no es la carne. Si queremos reducir el cáncer gástrico hay que reducir los agentes cancerígenos, que no significa dejar de consumirlos”, sostuvo.

Por ello, recomendó preferir la carne sancochada a la que se prepara en la parrilla, pero si se elige esta última, voltearla constantemente para evitar la sobrecocción, pues es allí donde se forman los agentes químicos que podrían contribuir al cáncer gástrico.

Asimismo, sugirió no consumir el jugo de las frituras ni las sustancias carbonosas que se forman en las carnes fritas, y acompañar estas carnes con frutas y verduras que bloquean el efecto cancerígeno.

SABÍA QUE

  • En Lima, el distrito con más casos de cáncer de estómago es Puente Piedra. Ahí está asociado a la bacteria Helicobacter pylori, informó el Centro Detector del Cáncer.
  • En Latinoamérica, Perú junto a Chile encabezan la lista con más neoplasias.
  • Japón tiene el triple de casos que el Perú, pero es el que más cura esta neoplasia porque cuenta con un programa obligatorio para hacer despistajes.

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