El Instituto Geofísico del Perú ha advertido en varias ocasiones que, en cualquier momento, Lima podría ser sacudida por un terremoto de 8 grados (o más). Lo preocupante es que este sismo no solo dejaría inhabitables unas 500 mil casas, según proyecciones del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci). También traería abajo a la mayoría de hospitales de la capital debido a su antigüedad y por tener una infraestructura deficiente.
Como es lógico, esto originaría el colapso del sistema de salud, ya que no habría lugar para atender a los 600 mil heridos que, como mínimo, dejaría el movimiento telúrico, de acuerdo con el Indeci.
La Federación Peruana de Administradores de Salud (Fepas) afirma que entre los nosocomios que se desplomarían se encuentran el Dos de Mayo, el Arzobispo Loayza, el Cayetano Heredia y el Alcides Carrión, los que atienden a la población más pobre.
Pese a que hace 15 años, la Organización Panamericana de la Salud dio a conocer esta dramática situación, nada se ha hecho por cambiarla. “No se ha mejorado la infraestructura hospitalaria. Solo se han agregado pabellones a los antiguos hospitales, sin reforzar sus cimientos, que es lo que verdaderamente necesitan”, afirmó a Perú21 Luz Loo, vicepresidenta de la Fepas.
Una de las muchas razones que impiden la remodelación de los establecimientos es que algunos de estos han sido considerados patrimonio de la nación.
Esto ocurre con los hospitales Dos de Mayo y Arzobispo Loayza. Este último, en opinión de Loo, debería ser cerrado y transformado en un museo, ya que no ofrece las garantías necesarias para atender a los pacientes.
SIN PLANIFICACIÓN
Otro gran inconveniente que puede presentarse en un terremoto, según la especialista, es que no existe un plan para afrontar la emergencia. “Por ejemplo, durante el sismo de Ica, desaparecieron los médicos y las enfermeras y nadie supo qué hacer. Tampoco se sabe cuál será el destino de los fallecidos, lo que podría generar un enorme problema de salud pública”, manifestó.
¿Y qué se debe hacer frente a este panorama? Lo primero, revisar toda la infraestructura hospitalaria e invertir más en su refacción. Lo otro, crear una verdadera política que permita enfrentar los desastres.
Pero eso sería solo el comienzo porque, como dice la experta del Fepas, no estamos preparados para afrontar las emergencias.
CASAS EN PELIGRO
De otro lado, Julio Kuroiwa, sismólogo peruano de prestigio mundial, advirtió que un sismo de 8 grados en la escala de Richter destruiría las casas sin columnas y las que se han construido en pendientes inestables o en zonas antiguas de la capital.
El mayor riesgo se centraría en los distritos de Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, Ate, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador, donde hay unos 100 mil predios de material noble que carecen de columna.
En este grupo de riesgo también se encuentra el Centro de Lima y casi todo el Callao, donde una inundación podría traerse abajo miles de casonas de quincha, adobe y madera.
Por eso, es sumamente importante participar, con mucha responsabilidad, en el simulacro de sismo, que se realizará hoy, a las 10 de la mañana. Kuroiwa resaltó la necesidad de fomentar la cultura de la prevención, sobre todo en los colegios, porque nadie sabe la hora ni el día en que nos pueda sorprender un gran terremoto.
SABÍA QUE
- En el 2006, el Ministerio de Salud realizó una evaluación de la infraestructura hospitalaria del país.
- Entre los resultados que arrojó esta investigación destacan que el 63% de nosocomios tiene más de 25 años (algunos superan los 100).
- La Federación Peruana de Administradores de Salud (Fepas) advirtió que las construcciones de antes de 1977 no han tomado en cuenta las normas de sismoresistencia.
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