“Mi papá me contrató para matar a esa mujer (dirigente del centro comercial Polvos Azules, Maribel Gutiérrez). Me iba a pagar S/.2,000 y yo les iba a dar a cada uno de mis amigos S/.100”. Esta es la fría confesión del menor de iniciales H.D.H.C. (15), quien fue intervenido junto a otros dos menores de 13 años cuando estaban a punto de cometer el crimen.
“Mi papá y su amigo ‘Koki’, quien está en el penal de Lurigancho, nos encargaron que hiciéramos ese trabajito para ganarnos unos centavitos. Nos reunimos en un parque y me enseñaron a rastrillar el arma. A mi amigo le entregaron las balas para que las guardara en su mochila”, contó el adolescente a los agentes del grupo Terna del Escuadrón Verde.
Así, acusó a su padre Wilmer Huánuco Peña, quien pertenece a construcción civil y tiene antecedentes por robo agravado, como el autor intelectual del frustrado asesinato. Esa misma versión la dieron sus amigos de iniciales J.J.C.P. (13) y C.A.R.L. (13), quienes este martes fueron entregados a sus padres por disposición de la Fiscalía de la Familia.
DETALLES DEL CRIMEN
Si bien los menores dieron las mencionadas declaraciones ante la Policía, según consta en el acta al que Perú21 tuvo acceso, posteriormente cambiaron su versión respecto a la persona que los contrató. Ante la titular de la 18º Fiscalía de la Familia, acusaron a unos sujetos conocidos como ‘David’ y ‘Chuchito’.
No obstante, continuaron con otros detalles. “Me explicaron como matar a la señora Maribel y nos enseñaron su foto”, relató el de 15 años.
“Me entregaron una pistola y me enseñaron a cargar las balas. Teníamos que acercarnos a la puerta del estacionamiento. Esperar que la mujer aparezca para que suba a su camioneta y dispararle en cualquier parte del cuerpo”, prosiguió el adolescente.
“Luego íbamos a fugar en una camioneta con unos muchachos que nos tenían que esperar cerca de la puerta”, finalizó.
PSICÓPATA
Para la psicoanalista Carmen Gonzales, el padre del adolescente es un psicópata que lo único que quiere es beneficiarse y no le importa si utiliza a su hijo. “En el caso del adolescente de 15 años, este todavía tiene la posibilidad de rehabilitarse, pero hay que alejarlo de su padre”, dijo.
“Estamos frente a una sociedad ‘psicopatizada’: existen grupos dominantes a los que no les interesa lo que sucede con la población. Hay gente que no tiene principios y solo ve su beneficio”, refirió.
Manifestó que en este caso “los adolescentes todavía no están formados y son fáciles de manipular y dominar. El de 15 años solo sigue el patrón del padre psicópata”.
“En el caso de que este menor no sea apartado de su entorno familiar y especialmente de su padre, y tampoco reciba el tratamiento especializado, podría terminar como el sicario ‘Grigansho’, quien creció al lado de su tío un avezado delincuente que lo utilizó para su beneficio. Ese menor se formó en ese mundo y lo asumió como algo normal”.
El penalista Roberto Miranda señaló que a los menores infractores de entre 12 y 14 años se les dicta medidas correctivas en sus hogares y, para ello, tienen que contar con una familia constituida.
En el caso del menor de 15 años, se establece su internamiento en un centro de rehabilitación por un máximo de seis años.
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