Kevin Morán
@kevac11
Llamar histórico el ascenso de María Hinostroza Pereyra, de 48 años, y Ángela García Estación, de 53, a generalas no es una exageración. Es la primera vez en la historia de la Policía Nacional que dos mujeres ostentan este cargo y ambas consideran que es el reconocimiento a su esfuerzo y a la pasión que tienen por la vida en esa institución, la cual las ha formado con una rigurosa disciplina.
En la actualidad las niñas pueden soñar con ser generalas y hacerlo realidad. Al menos, ese fue el caso de García, a quien, desde pequeña, su familia le inculcó el amor por la Policía y la impulsó a obtener un título en Derecho.
“Estamos en pleno siglo XXI, con toda la igualdad de oportunidades para las mujeres. Creo que tenemos que hacer que las niñas sueñen, sueñen en grande. Sueñen en que pueden llegar adonde ellas quieran”, dice Hinostroza, policía con un doctorado en Medicina.
La atención mediática de los últimos días les ha ayudado a difundir mensajes para que las jóvenes entiendan que no son objetos y que deben tener el valor para denunciar actos de discriminación y violencia física o psicológica. Ambas dicen que no han tenido problemas de ese tipo en su carrera profesional, pero están convencidas de que hay que atacarlos de raíz, con educación en las familias. Una de las claves, en tanto, es aprender a pedir ayuda.
García, muy severa, advierte que el personal policial debe recibir las denuncias en cualquier momento, no importa la circunstancia, y que es una falta disciplinaria no atender al ciudadano, sea mujer o gay, lesbiana, transexual: “La PNP no ampara ningún tipo de discriminación, ningún tipo de violencia. Solicitamos que la sociedad en general se una para continuar con el cambio en beneficio de todos nosotros”.
GRANDES MUJERES
Para Hinostroza, la igualdad de género es importante: “Dedicamos el mismo número de horas en prepararnos, trabajamos el mismo número de horas. Ahí no hay diferencia por género, damos lo mismo. Y si se nos exige lo mismo, tenemos que tener igualdad en oportunidades”.
Ángela García destaca que la mujer peruana debe sentirse orgullosa porque es “pujante, trabajadora, siempre persiguiendo sus sueños”. La peruana es una “mujer capaz, que no se detiene en el camino diciendo que no lo va a lograr”.
Ahora, confiesa, solo le gustaría ver más mujeres en el Congreso. Hinostroza, cálida pese a la dureza que le otorga el uniforme, opina que debe aumentar el número de mujeres en diferentes áreas, como el Legislativo y el Poder Judicial.
“Una presidenta es una cuestión de oportunidad, en cualquier momento se puede dar”, reflexiona Hinostroza, madre de un niño. García –que vive con su mamá y sobrinos– está convencida de que pronto una mujer gobernará el país.
Estas dos mujeres son un ejemplo de perseverancia, quienes también se emocionan y se llenan de orgullo cuando alguien les dice que quiere ser policía viendo su labor. Que no te engañe lo serias que se pueden ver.
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