Elizabeth Galdo: Una mujer llena de compromiso y pasión

Sus padres siempre la incentivaron a ser líder, a creer en ella, vencer las dificultades y prepararse de forma continua. Es por ese respaldo y empuje que la abogada de profesión, Elizabeth Galdo, se convirtió en la cabeza de la Fundación Telefónica.

Ha dedicado 15 años a la empresa, pero escaló desde abajo. Ingresó como analista, y poco a poco se fue desarrollando.

“Tuve mi primer contacto con los temas de responsabilidad social cuando me encargaron ver el programa social ProNiño, que busca la erradicación del trabajo infantil. Luego trabajé temas de medioambiente, educación, y me sentí contenta cuando me asignaron la responsabilidad de dirigir la fundación”, recuerda.

Elizabeth y la fundación que dirige tienen una gran preocupación por la educación de los niños, por eso dentro de poco implementarán un ambicioso proyecto que llevará a cinco regiones del país, mil maletas que contienen 40 tablets cada una, con programas educativos. Esto beneficiará a 120 mil niños.

“Lo que hemos hecho es desarrollar contenidos y adecuarlos a la malla curricular de educación, de tal manera que el docente no vea este proyecto como una carga adicional sino como una ayuda para el dictado de sus clases. Hemos capacitado a más de 200 maestros para ese fin”, cuenta Galdo emocionada.
De sangre cusqueña, Elizabeth supo enfrentar los prejuicios machistas, de quienes le decían: ¡No puedes! Ella recuerda que postuló para un cargo de alta responsabilidad y le dijeron que necesitaban a alguien de peso, a lo que respondió: “No tengo ningún problema en engordar”.

En su experiencia como líder ha observado el crecimiento de las mujeres en puestos directivos y reconoce la importancia de su género en ese aspecto.
“Para mí, un indicador es la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE). Hace unos años podías contar con los dedos a las mujeres que estaban en este evento. Ahora veo que hay mayor participación”, y añade que es importante que la mujer destaque como líder pero para eso debe estar “preparada para afrontar los nuevos retos profesionales. Alerta y abierta a las oportunidades. Y creer en sí misma”.

La mayor de cuatro hermanos es también madre de una bella adolescente. Y nos deja claro que la maternidad nunca fue “un limitante” para alcanzar sus objetivos.