Asesino de Independencia tenía licencia vencida para portar arma de fuego

Burlaba la ley, tenía un carácter explosivo y amaba las armas. Eso es lo que se sabe del asesino de Independencia, quien murió ayer abatido por la policía tras causar una tragedia en el Centro Comercial Royal Plaza de Independencia.

Rubén Rodríguez, superintendente de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), informó que Eduardo Romero Naupay, autor del crimen ocurrido la noche del viernes, tenía autorización para portar arma de fuego, pero la licencia había caducado en el mes de junio de 2016.

La Sucamec le había otorgado licencia para portar una pistola tipo Bersa,que es un arma para defensa personal.

Asimismo, el superintendente contó que en octubre de 2006, Eduardo Romero Naupay había tramitado un carnet de vigilante privado, el mismo que había vencido el 24 de octubre de 2010.

El tiroteo realizado por Eduardo Romero en el Royal Plaza refleja que tenía un carácter explosivo, y ciertos desequilibrios emocionales, señaló Gastón Rodríguez, Jefe de la Región Policial de Lima.

Elmer Salas, Decano Regional de Lima del Colegio de Psicólogos, consultado sobre los mecanismos de control para evitar que las personas con problemas de alteración mental no tengan autorización para portar armas, indicó que en las pruebas psicológicas realizadas por la Superintendencia Nacional de Control de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de uso Civil (Sucamec)no participan psicólogos especializados con la capacidad para detectar a las personas con perfiles de riesgo.

“Lamentablemente, en las pruebas psicológicas no participan psicólogos especializados que tengan la capacidad de identificar esos perfiles de riesgo, de criminales en potencia, cuyas características de personalidad no son tan visibles. Hace faltan psicólogos forenses participando en dichas pruebas para el otorgamiento de las licencias de armas”, indicó.

Consultado sobre si Eduardo Romero hubiera sido una persona con trastornos mentales, el decano dijo que no, porque de ser así no hubiera podido administrar su negocio de hamburguesas.

“No creo que Eduardo Romero hubiese tenido alteraciones mentales porque tenía un trabajo”, dijo, tras remarcar que quizás era una persona que no le gustaba respetar las normas. Por ello, cuando iba a ser desalojado, explotó y se llenó de ira, conducta que podría haber tenido en otras ocasiones.

El asesino, natural de Huánuco y de 32 años, tenía varias fotos en las que aparecía luciendo su arma de fuego y en su moto lineal.

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