El sábado, no solo el casino Ebony de Ate fue asaltado, sino que bandas de hampones también atracaron otros establecimientos de este rubro: el local de Fargo Game, ubicado en la cuadra 14 de la avenida Perú, en San Martín de Porres, y otro del Rímac.
¿Por qué ocurre esto? Gustavo Dávila Angulo, criminólogo de Aprosec, señaló que, pese a contar con gran cantidad de cámaras, estos negocios son inseguros, ya que es fácil reducir a los vigilantes que se encuentran en las entradas.
Explicó, además, que a los que cometen este tipo de delitos no les preocupa que sus rostros sean captados, tampoco temen ser reconocidos por la Policía o por los propios agraviados.
Dávila Angulo recomendó que se instalen unas casetas especiales para los encargados de la seguridad. También se deben colocar advertencias sobre la vigilancia con que cuenta el recinto.
“Aunque no lo crean, esto suele ser muy disuasivo”, recalcó Dávila y acotó que se debe dar a los custodios equipos para que puedan comunicarse sin necesidad de salir de su puesto de resguardo.
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