Luego de cumplir varias misiones alrededor del mundo —en ciudades como París, Sapienza, Marrakech, Bangkok, Colorado y Hokkaido—, es momento de hacer un balance de lo hecho por el Agente 47 en lo que es el reinicio de la franquicia de HITMAN.
Tras el lanzamiento del primer episodio, podemos decir que los seis capítulos de esta temporada han ido de menos a más, con una mecánica y bases muy accesibles y marcadas. Cada entrega ha servido de base para corregir los detalles y errores que se han encontrado en la anterior, con el fin de mejorar aun más la experiencia del juego.
Si bien desde un inicio se nos muestran los orígenes del Agente 47 en la agencia, son las misiones y blancos a eliminar desarrollados ‘en los años posteriores’ los que le dan sentido a esta saga, en la que no hay una trama definida.
Por otro lado, su modo de juego se basa en el sigilo, el que ha marcado a la franquicia desde el año 2000 y que no permite efectuar muchas variantes. En este caso, son los mismos contratos y sus mil y un formas de poder acabar con nuestros blancos —utilizando los escenarios y los elementos que encontremos en los mismos— lo que hace que sus seis episodios sean casi una partida de ajedrez, en la que definiremos nuestra estrategia jugada tras jugada.
Esta primera temporada ha sido muy satisfactoria; entrega a entrega se fue ganando calidad. Al final encontramos un producto pulido y que cumple, en gran forma, con sus objetivos. Eso sin dejar de mencionar un gran trabajo gráfico, junto con las decenas de horas que pasaremos tratando de encontrar todas las formas y posibilidades de eliminar a nuestros objetivos. La edición física llegará el 31 de enero de 2017 a PS4, Xbox One y PC.
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