Si bien un seguro vehicular puede devolvernos gran parte de nuestra inversión, es mejor conocer las herramientas que nos permiten recuperarlo donde se encuentre. Una opción son los equipos de rastreo y localización vehicular que muchas veces ofrecen las empresas aseguradoras, pero también puede adquirirlas por su cuenta.
TECNOLOGÍA SATELITAL
El localizador automático de vehículos (AVL por sus siglas en inglés), como se le denomina a estos rastreadores, se diferencia de los GPS (sistema de posicionamiento global) porque añade un microprocesador y un sistema de comunicación decodificado que trabajan en conjunto para determinar el movimiento del auto mediante la inter-acción de varias señales de satélite.
Así, el AVL se vale del sistema de transferencia de información de datos utilizado por las empresas de telefonía celular, llamado GPRS.
Al momento de un robo, el AVL brinda datos sobre el trayecto, distancia, recorrida y la velocidad del auto. Según especialistas que trabajan en este rubro, las posibilidades de recuperar un vehículo mediante un rastreador es de 80%, porque en cuanto tienen la ubicación exacta del auto, dan aviso a la Policía para encontrarlo (en muchos casos tarda menos de 15 minutos) y evitar que posteriormente sea desmantelado.
Estos localizadores tienen una reserva de energía que funciona por sí sola durante varios días, de tal modo que si se apaga la batería del auto, seguirá enviando información sobre su ubicación.
El AVL se instala en lugares de difícil acceso y no muy visibles, para evitar que sea encontrado por los ladrones (incluso en muchos casos ni el mismo dueño sabe dónde está ubicado).
DE FÁCIL ACCESO
Una vez que se adquiere el equipo, las empresas le entregan una clave secreta al cliente con la que puede monitorear su unidad mediante una computadora conectada a Internet o un celular. Para que la transmisión de datos se mantenga, es necesario que el cliente recargue el equipo con un mínimo de diez nuevos soles mensuales, como si se tratara de la línea prepago de un teléfono celular. Otra opción es que la misma empresa se encargue del monitoreo, pero indudablemente el precio se incrementará. En la actualidad, un equipo de monitoreo cuesta aproximadamente 300 dólares, mientras que el servicio anual puede llegar a los 500 dólares.
DATO
Estos localizadores tienen una reserva de energía que puede funcionar por sí sola durante varios días.
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