El presidente de Perú, Ollanta Humala, concluyó hoy una visita oficial de tres días a Israel y Palestina que ha tenido como hitos la ampliación de la cooperación bilateral con el estado judío y la restauración de los lazos políticos con los palestinos.
Humala Tasso partió esta misma tarde del aeropuerto de Tel Aviv rumbo a Qatar, donde proseguirá un viaje que según señalaron a la agencia Efe fuentes diplomáticas ha sido muy productivo para nuestro país.
Antes, el mandatario peruano se reunió con un nutrido grupo de empresarios israelíes y mantuvo un almuerzo de trabajo con el ministro israelí de Agricultura, Yair Shamir.
Durante el citado foro, Ollanta Humala presentó las grandes obras de infraestructura agrícola que ha puesto en marcha nuestro país, las nuevas líneas de metro y otras comunicaciones y anunció la apertura de una oficina comercial en Israel, cuyo objetivo será “incentivar el intercambio comercial”.
Perú tiene un marco macroeconómico estable, con bajos índices de inflación, una política monetaria con credibilidad, se fortalece y alienta la separación de poderes para que no exista riesgo alguno que el poder político interfiera en temas comerciales, explicó el mandatario, según la web de la Presidencia peruana.
“Ha sido una visita muy positiva, el presidente se ha marchado muy contento”, explicaron a Efe fuentes diplomáticas peruanas.
En esta atmósfera, dos han sido, quizá, los puntos más destacados de una visita marcada por la palabra fraternidad en el sector israelí y por el simbolismo en la jornada del martes por tierras de Palestina.
El primero, el deseo compartido de Perú e Israel de diversificar la cooperación económica y ahondar la relación política y diplomática, que se remonta a los días de la fundación del estado de Israel, en 1948.
Tanto en su reunión con el presidente israelí, Simón Peres, como con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, el mandatario peruano recibió el agradecimiento de ambos por el hecho de que Perú fuera uno de los primeros países en reconocer a Israel.
Ambos subrayaron, asimismo, que esa alianza histórica debe ser la base sobre la que se construya una relación más sólida, amparada en el desarrollo y en el intercambio en sectores de interés común como la tecnología o la agricultura, con la gestión del agua como uno de los asuntos estrella.
Israel y Perú establecieron relaciones diplomáticas en 1948 y desde siempre han tenido uno vínculos fluidos tanto en ese nivel como en el económico, que se vieron fortalecidos durante la visita que el entonces presidente peruano, Alejandro Toledo, hizo a Israel en 2005.
La última muestra de que esas relaciones atraviesan un excelente momento se produjo la semana pasada, cuando Lima dio su apoyo a la petición de Israel de ser admitido como “estado observador” en la Alianza del Pacífico.
El único “pero” que Ollanta Humala ha puesto a esta amistad durante su presencia en Israel ha sido el desequilibrio existente en la balanza comercial, favorable en un 90% a Israel, y que ambos países quieren enderezar.
Según datos oficiales, el comercio bilateral asciende a unos US$100 millones, y se sostiene en la exportación israelí a Perú de tecnología avanzada, particularmente en el terreno agrícola, la industria y las comunicaciones.
Empresas israelíes de infraestructuras tienen asimismo una presencia notable en Perú que, a su vez, suele exportar a Israel productos alimenticios, entre ellos quinua.
El segundo hito del viaje vino marcado por la decisión de Humala de rendir homenaje ante la tumba del histórico líder palestino, Yaser Arafat, en Ramala, un gesto al que se negó Alejandro Toledo y que enturbió la relación con la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside su sucesor, Mahmud Abas.
Humala Tasso se convirtió así, además, en el primer mandatario peruano que visita Palestina desde que Lima reconociera el Estado palestino en 2011, poco después de que lo hicieran Argentina y Brasil.
Sin embargo, y al igual que Chile, se abstuvo de mencionar las fronteras de 1967, ya que consideró que los límites entre ambos estados debían fijarse únicamente en negociaciones.
Durante su histórica reunión con Abás en la ‘Mukata’, sede del Gobierno palestino en Cisjordania, Humala y Abás expresaron su deseo de construir una relación económica sostenida, duradera y beneficiosa para las dos partes, cimentada en la relación sur-sur y con el desarrollo como objetivo.
“Quiero decir que es un honor visitar la tumba de Arafat, conversar con usted (Abás), establecer el diálogo y el respeto internacional juntos”, aseguró el presidente peruano durante la comparecencia de prensa.
“Con mi visita rindo (además) homenaje a los palestinos que viajaron al Perú”, remarcó Humala, que a su actividad política unió una visita a la comunidad peruana en Belén y un recorrido por los principales lugares sagrados.
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