Ya no hay que llamarle el Proyecto de la Modernización de la Refinería de Talara porque este fue un engaño que nos vendieron. Se trata de una nueva refinería de 95 mil barriles por día, es decir que van a botar la antigua de 65 mil barriles por día para tener esta nueva.
Este proyecto, a diferencia del Gasoducto del Sur, que tiene todos los defectos del mundo pero sí se hizo la licitación a través de Proinversión, fue entregado a dedo a la empresa española.
Hay poca transparencia, por lo que uno no puede fiscalizar lo que está sucediendo con la obra, y probablemente el producto final (petróleo refinado) termine costando más que el importado. ¿Cuál fue el sentido del proyecto? Todo lo terminamos pagando nosotros a través de la gasolina, cuyo precio es más alto que en el mercado internacional. Lo peor es que pagaremos indefinidamente.
El Perú tiene otras prioridades, por lo que no sé por qué se ha hecho esta obra. Yo la pararía y que se haga una evaluación independiente, pero estoy seguro de que todos se mueren de miedo de hacerlo, así que no creo que la paralicen.
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