Según ley, el contralor debe tener conducta intachable y reconocida solvencia moral. Este rosario de actos irregulares, por decir lo menos, descalifican a Edgar Alarcón para cumplir esa función.
Sin embargo, si queremos evitar cualquier cuestionamiento en materia jurisdiccional, debemos esperar a que se presente y se defienda en la Comisión Permanente. No nos angustiemos.
Recordemos que en el caso de la ex contralora Carmen Higaonna, que fue removida por el Congreso, ella fue hasta el Tribunal Constitucional (TC) porque consideró que no se respetó su derecho a defensa.
¿Y qué dijo la sentencia del TC? Pues que si bien no existe un procedimiento establecido para la remoción, queda claro que la Comisión Permanente la escuchó, porque Higaonna se presentó con su abogado para defenderse. Ese hecho constitucionaliza el procedimiento.
Es por eso que el TC determinó que fue constitucionalmente removida.
En esa línea, creo que debemos esperar a Alarcón bajo apercibimiento de que si no viene, tomaremos igual una decisión política.
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