Fritz Du Bois,La opinión del director
director@peru21.com
Sin duda, nuestra gastronomía está en la liga premier a nivel mundial y si fuera un equipo de fútbol sería el equivalente al Barcelona, Chelsea o Real Madrid. Es claro que hemos logrado una posición privilegiada en el mercado.
¿Cómo se produjo este milagro? Básicamente a través del esfuerzo y creatividad, requiriendo los chefs y empresarios que lo lograron con muy poco apoyo del Estado. Este último punto parece ser el fundamental, todas las historias de éxito en el Perú son aquellas en las cuales el sector público se mantuvo alejado. Incluso, si se hubiera aprobado una ley ‘especial’ –otorgando protección, subsidios o un ‘conveniente’ marco tributario– el esfuerzo inicial, sin duda, hubiera fracasado.
Por lo que la gran lección de la gastronomía peruana es que es perfectamente posible el ser exitoso en nuestro país siempre y cuando no se involucre mucho el Estado. Más aún, la única función de este último debe de ser el retirar obstáculos para que florezca el emprendurismo de los peruanos.
Por otro lado, si hay algo que nos gusta tanto como comer es el fútbol y al margen de lo que ocurra esta noche es evidente que llevamos arrastrando 30 años de fracasos. Así que deberían seguir el ejemplo de la gastronomía para permitir que fluya libremente nuestra habilidad futbolística sin intervención del Estado.
Por ello, el Congreso debería considerar que, en lugar de aprobar una ley ‘promocional’ que no dará ningún resultado, se debe simplemente eliminar todas las distorsiones y restricciones que impiden el desarrollo del mercado. Capaz en ese momento, al igual que en la gastronomía, el futbol peruano puede ser candidato a campeón mundial.
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