Se le acabó la suerte

Fritz Du Bois,La opinión del director
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Ha cometido una serie de errores que golpearon fuertemente el entusiasmo al mismo tiempo que los mercados externos estaban colapsando. Como resultado, la aprobación del mandatario está en su punto más bajo.

Incluso, el problema de la pérdida de confianza es ahora generalizado. Así tenemos que las expectativas empresariales han continuado bajando por lo que la inversión se seguirá desacelerando. Mientras que dejaron de ser mayoría, con una fuerte caída, los que esperaban que su economía familiar vaya a mejorar el próximo año. Con tan poco optimismo es difícil esperar que el consumidor incremente su gasto.

Por su parte, la inseguridad ciudadana ha aumentado y la mayoría exige que la Policía sea reformada. Asimismo, son contados con los dedos de una mano los que creen que al final de este gobierno el problema de seguridad habrá mejorado. Es, sin duda, la mayor deuda que tiene pendiente Humala con el electorado.

Más aun, es abrumador el número de encuestados que percibe a un gobierno cansado que requiere ser renovado. Por ello, el presidente tiene la oportunidad ahora en julio de reforzar a su equipo y presentar al país una agenda clara que priorice el sostener el crecimiento a niveles relativamente altos. En realidad, no hay manera de recobrar la confianza de la población si no se recuperan las favorables expectativas económicas que han mantenido el optimismo durante varios años.

Por otro lado, la pareja presidencial recientemente mostró reflejos y ante la avalancha de críticas descartó de plano la reelección conyugal, con lo cual cerró su más débil flanco. Ojalá puedan mostrar la misma reacción para presentar a un gobierno reanimado, que tenga claro por dónde va en los próximos tres años. Al final, está en manos del mandatario el recuperar la buena fortuna que parece haberlo abandonado.