No pasarán

Fritz Du Bois,La opinión del director
director@peru21.com

Durante 12 años, ya sea porque todo lo realizado en los 90 produce en algunos un rechazo visceral o por ideología, por afinidad o, simplemente, por complacencia e incapacidad, el hecho real es que sucesivos gobiernos permitieron que el 87% de los terroristas que fueron apresados hayan sido liberados.

Más aún, han tolerado que formen movimientos organizados para buscar la amnistía de sus líderes, quienes son casi los únicos que continúan encarcelados. Al mismo tiempo, las autoridades se han hecho de la vista gorda mientras han penetrado en frentes regionales y sindicatos.

Con ello, en la actualidad, es enorme el riesgo que estamos enfrentando. Hay 3,500 terroristas –peligrosos y experimentados– que están sueltos a la espera de ser reagrupados. Lo único que lo está postergando es la falta de un liderazgo adecuado.

Sin embargo, esa ‘brecha’ empezará a ser cubierta a partir del próximo año, cuando salga en libertad Osmán Morote seguido por otros cabecillas. En ese momento se habrá completado la monumental irresponsabilidad de los que abrieron las rejas del infierno para dejar salir a esos desadaptados a fin de que torturen nuevamente a los peruanos.

Por ello, no podemos quedarnos sentados. Además de proscribir al Movadef y a toda fachada de Sendero, se debe de establecer la obligación de que los condenados por terrorismo paguen la totalidad de la reparación civil que le deben al Estado como condición para ser excarcelados.

Al final de cuentas, la sentencia que recibieron era ‘X’ años en prisión y el pago de una reparación por los brutales daños que causaron. Así que no hay justificación para que sigan saliendo en libertad sin haber cumplido íntegramente con las penas a las que fueron condenados, y los jueces están obligados a verificarlo antes de permitir que sean liberados.