Fritz Du Bois,La opinión del director
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Así, el viernes pasado se publicó otra fuerte caída en el nivel de confianza del empresariado, mientras que ayer se conocieron los datos de mayo y el incremento del PBI fue bastante más bajo de lo esperado.
Ante ello nos preguntamos: ¿Este ciclo se ha agotado? La respuesta es que sería prematuro enterrarlo. Más aun, todavía contamos con la creación de una dinámica clase media, así como con un fuerte nivel de inversión privada y un fisco superavitario, todas ellas fortalezas que deberían seguir impulsando el milagro peruano.
En realidad, lo que necesitamos es que el gobierno le ponga más esfuerzo a reparar el daño causado en las expectativas del sector privado tanto por el deterioro en el exterior como por el error del mandatario de intentar retornar el petróleo a un monopolio del Estado.
En primer lugar, se deben compensar los proyectos mineros que han sido postergados esperando mejores condiciones de mercado, acelerando los flujos de capitales hacia infraestructura entregando activamente contratos de concesión que permitirán no solo recobrar confianza empresarial sino también ganar competitividad. De esa forma se podría reemplazar por montos destinados a puertos, carreteras o centrales eléctricas, los 7 mil millones de dólares al año de inversión que dejarán de ingresar cuando los actuales proyectos mineros se hayan ejecutado.
Por otro lado, el gobierno tiene que evitar que por costos burocráticos el boom inmobiliario se termine desinflando. Al final, luego de archivar la reelección conyugal no debería haber tema más urgente en la agenda de la pareja presidencial que sostener el crecimiento a 6% el próximo par de años; solo se requiere convicción para lograrlo.
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