Dr. Rodrigo Rondón, Opina.21
familia@peru21.com
La señora Elizabeth tiene 75 años y es dueña de una perrita pekinés de 4. Dice que de joven no le gustaban las mascotas, pero hoy disfruta y agradece tener a ‘Bofita’. “Ya no me siento sola cuando me quedo en casa”, confiesa. Pero lo interesante es que una mascota no solo resulta una buena compañía para el adulto mayor, sino que ayuda a disminuir tendencias depresivas. Además, lo obliga a ejercitarse pues es necesario sacarlo a pasear, hecho que le permite sociabilizar con otros dueños de mascotas. Estudios han demostrado que el solo hecho de acariciar a la mascota hace que la presión arterial disminuya y que haya una sensación de bienestar en todo el organismo. Por el mismo hecho de que los cachorros son muy enérgicos y demandan más tiempo de cuidado y más actividad física para sus dueños, se recomienda adoptar a un perro de unos 3 o 4 años para que sea la mascota de un adulto mayor. En este caso, un perro adulto se adapta mejor a su estilo de vida.
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