Una estaca en el corazón

Fritz Du Bois,La opinión del director
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Sin duda, la victoria moral de Capriles representa el equivalente de una estaca al corazón del chavismo que ahora, como los vampiros, está, sin duda, enterrado.

Incluso, si como muchos temen se ha producido un fraude electoral y Maduro se ha aferrado por ahora al poder ya estaría de cualquier manera mortalmente debilitado. En realidad, el no haber logrado mantener el voto de Chávez pese al apoyo desproporcionado que recibió tanto de los órganos electorales como del aparato del Estado, le resta toda credibilidad, aun entre sus más fervientes partidarios.

Por ello, no tendría mayor legitimidad y la mala situación económica venezolana –a diferencia de los años de Chávez– no le va a permitir ‘comprar’ tranquilidad, por lo que se le presenta un horizonte complicado. Así tenemos que Venezuela tiene en la actualidad un déficit fiscal de casi 10% del PBI, la inflación es del 28%, el Bolívar tiene un 95% de sobrevaloración y no se espera que logren más de 2% de crecimiento este año.

Además, Maduro no da ninguna confianza a los mercados. Uno de los aspectos más sorprendentes del periodo de Chávez fue que su imagen de hombre fuerte, que siempre pagó la deuda, le permitió colocar bonos entre inversionistas; ahora esa puerta de financiamiento se ha cerrado.

Por otro lado, una de las consecuencias de un gobierno venezolano asediado y tratando de mejorar internamente su posición, va a ser el retiro de los masivos subsidios que otorgaban internacionalmente a innumerables allegados. Con lo cual, al margen del resultado final en Caracas, estamos seguros de que Evo, Cristina, los Castro –entre otros– tienen los días contados. A ellos también, ayer, se les clavó una estaca en el corazón.