Fritz Du Bois,La opinión del director
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Así tenemos que tanto el PPC como Perú Posible han planteado que los partidos políticos sean financiados con el dinero de todos los peruanos, para ‘protegerlos’ de la infiltración del narcotráfico. Para no quedarse cortos, también pidieron el regreso del Senado, la eliminación del voto preferencial y que los ‘tránsfugas’ sean sancionados.
Al final, el lograr asegurar la elección como parlamentarios de los líderes partidarios parecía ser el principal objetivo que tenían los que participaron. Si se hubiera tratado de empresarios reuniéndose con funcionarios, se les habría denunciado por caer en el mercantilismo de buscar el retorno a un mercado cerrado.
Por otro lado, considerando que las principales preocupaciones en la actualidad de los peruanos son la inseguridad y el riesgo de que el crecimiento económico se vea frenado, habríamos esperado que en esos temas la conversación se hubiera centrado. Sin embargo, como si fueran listas para Navidad, cada uno llegó con su pedido de regalos.
En realidad, si el diálogo no se basa en una agenda bien enfocada, terminará siendo una ocasión que solo servirá para que políticos salgan fotografiados sonriendo y estrechándose la mano. Incluso, esta semana el ministro del Interior anunció un paquete legislativo a favor de la seguridad, mientras que su colega de Economía presentó una serie de medidas para destrabar la inversión. Lo lógico sería que los partidos se reúnan no solo para figurar, sino para discutir el apoyo a ese conjunto de normas que podrían promulgarse de inmediato.
En ese momento se pasaría del discurso etéreo a productos concretos en beneficio de los ciudadanos y quedaría demostrado que el diálogo sí da buenos resultados.
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