José Carlos Reyes,Mis.Finanzas
jreyes@peru21.com
Las más grandes fortunas del mundo no fueron heredadas, sino que se trabajaron a pulso y se crearon imperios muchas veces de la nada.
¿Cuál fue la receta para el éxito? Aquí algunos de sus consejos:
Carlos Slim. Con una fortuna de US$73 mil millones, actualmente es el segundo hombre más rico del mundo, aunque algunos años ya se ha ubicado en la cima del ranking.
La regla número uno del magnate mexicano es “reinvertir utilidades”, pues de lo contrario, “el dinero que sale de la empresa se evapora”, subraya Slim.
Al respecto, el profesor Jaime Ampuero, del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor (CIDE) de la PUCP, refiere que la reinversión de las ganancias de una empresa será clave para su crecimiento, sobre todo cuando está en sus primeros años de vida.
“Muchos emprendedores celebran por adelantado con las primeras ganancias y hasta se dan unas supervacaciones, descuidando la retroalimentación de la empresa”, refiere el académico.
Cuando la empresa empieza a crecer, Slim recomienda evitar el exceso de personal, pues la productividad podría bajar. “Tenga estructuras simples, con mínimos niveles jerárquicos”, apunta.
Amancio Ortega. Su imperio está valorizado en US$57 mil millones. Para el hombre más rico de España, la clave para el desarrollo de su compañía estuvo en la innovación.
“La curiosidad es la esencia de los negocios exitosos, porque siempre induce al cambio”, subraya el fundador del emporio textil que lidera la marca Zara.
El profesor Ampuero comenta que ese deseo de saber más permite romper esquemas y ver más allá que otros.
Un gran ejemplo de innovación fue Steve Jobs, fundador de Apple. “Él se adelantó a las necesidades que el consumidor tendría en el futuro y creó productos para satisfacerlas”, apunta el docente.
Warren Buffett. Con ingresos por US$53 mil millones, el ‘gurú’ de las inversiones bursátiles es el segundo hombre más rico de Estados Unidos.
Buffett solo recomienda este campo a las personas con “nervios de acero”, dispuestas a ver pérdidas de 50% el primer año.
“En este mercado, no hay que fijarse tanto en los resultados anuales, sino en los rendimientos a mediano y largo plazo”, apunta.
Para un inversionista o empresa, será clave contar con asesoría especializada.
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