Yehude Simon,Congresista
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
“Yo defiendo la institucionalidad, esa gran reforma del Estado que significó la regionalización”. Así empieza nuestro diálogo con el congresista Yehude Simon, expresidente regional de Lambayeque y defensor del hoy cuestionado proceso de regionalización realizado durante el gobierno de Alejandro Toledo.
¿En verdad cree que la regionalización se hizo bien?
No fue la mejor, pero era imprescindible hacerla. De lo contrario, hoy seguiríamos con un centralismo asfixiante. Antes, el Perú tenía una enorme cabeza, que era Lima, y un cuerpo anémico, que eran las provincias. Hoy, La Libertad, Lambayeque y Arequipa tienen un desarrollo similar al de Lima, resultan pujantes y su crecimiento –en universidades, en el agro, en centros comerciales– entusiasma.
El cambio solo fue nominal: teníamos 24 departamentos; hoy, 24 regiones y el Callao…
Es verdad. Lo ideal habría sido crear macrorregiones, pero no perdamos la esperanza de que se formen. La regionalización tiene sus bemoles pero, repito, logró que los provincianos se sientan, al fin, ciudadanos de primera.
Se critica mucho la transferencia de funciones que Toledo realizó con las regiones…
Se transfirieron las funciones, pero no el presupuesto… y no se capacitó a la gente, a los funcionarios. Por ejemplo, el presupuesto de Educación se sigue manejando en Lima. Le cuento una anécdota: se compraron computadoras, pero muchos funcionarios regionales no sabían usarlas. Es decir, la transferencia de funciones se hizo sin seriedad. Esto no es excusa, pero la culpa no es solo de las regiones; acá hay una responsabilidad compartida con las regiones.
Las regiones tienen dinero, pero no lo gastan. Su ejecución presupuestal es mala…
Muchos ministerios tampoco lo ejecutan, empezando por el de Economía. Es más, los ministerios de Educación, Agricultura e Interior no tienen capacidad de gasto. Yo pediría que no se mire la paja en el ojo ajeno cuando el Ejecutivo tiene una viga en el suyo. El problema no va por allí…
¿Por dónde va?
El cuello de botella que existe para la inversión –empezando por el SNIP– retrasa todas las obras. Por eso, apoyo las reformas que plantea el Ministerio de Economía, aunque a su propuesta hay que hacerle algunos cambios como un mayor respeto al medio ambiente.
Sentimos que tenemos malos presidentes regionales…
Los partidos políticos tienen una inmensa responsabilidad en la multiplicación –como hongos– de los movimientos regionales, y esto porque fueron tremendamente centralistas, solo pensaban en Lima. Los movimientos regionales serios son una minoría, y lo peor es que los poco serios muchas veces ganan las elecciones: por eso la corrupción. Pero ojo, tan corrupto es el funcionario que acepta la coima como el empresario que coimea. Acá se está tratando de meter en un solo saco a los presidentes regionales exitosos con los corruptos. Nadie puede negar lo de Áncash, Tumbes y Pasco, pero San Martín y Apurímac tienen muy buenas autoridades. Mi temor es que desde el propio Estado se esté organizando esta campaña de desprestigio de los gobiernos regionales para que el Ejecutivo asuma sus presupuestos.
Lo que dice es muy grave. ¿El Ejecutivo quiere dar marcha atrás en la regionalización?
Tengo fe en que el presidente no esté comprometido, pero mi temor viene por el Ministerio de Economía. Castilla tiene una visión centralista del Perú, el dinero asignado a las regiones es ínfimo con respecto a lo que se maneja en Lima. Congelar las cuentas y que justo aparezcan denuncias contra los presidentes regionales a puertas de un proceso electoral es algo muy raro, parte de una campaña que quiere ver a la regionalización como un fracaso. Ok, hay que castigar a Álvarez, pero no a los ancashinos: se quieren paralizar obras que retrasarán el desarrollo de ese pueblo por varios años. Insisto: la regionalización apenas tiene 12 años, es una criatura en crecimiento y se pueden corregir sus defectos. La solución no está en desaparecerla.
¿La regionalización debe ser más radical?
Claro, porque el responsable de que no camine es el propio Estado. Por ejemplo, no se ha aprobado la Ley de Gestión Territorial, que es fundamental para ver sus potencialidades; la Ley de Descentralización Fiscal, etcétera. En resumen, la regionalización está desamparada, pues los presidentes regionales solo administran recursos.
¿Hay más presidentes regionales buenos que malos?
Así como hay buenos, malos y regulares ministros, así pasa con las regiones.
¿En octubre elegiremos a más Álvarez, a más Santos?
Habrá muy malos candidatos y es probable que sean elegidos. La población se deja llevar mucho por la publicidad, por el dinero, y eso permite, por ejemplo, que autoridades y exautoridades corruptas vuelvan a ser elegidas. Muchos peruanos no tenemos conciencia de que al elegir a una autoridad estamos determinando nuestro futuro.
AUTOFICHA
- Soy congresista, pero fui presidente regional de Lambayeque durante dos periodos. Fue suficiente. Hoy apoyo que no haya reelección del presidente regional.
- Esta ha sido una buena legislatura. Se eligieron a los miembros del TC, se aprobó la Ley Universitaria. Fredy Otárola se despidió entre aplausos.
- He reconocido mi error por anunciar un supuesto hijo extramatrimonial del presidente. Es su vida privada, y yo dije lo que dije por otra razón, pero pasemos la página.
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