A las 2 y 30 de la madrugada, Antauro Humala Tasso ingresó, por segunda vez, a la Base Naval del Callao. Como si hubiera aprendido la lección, esta vez no se resistió a salir del penal Virgen de la Merced de Chorrillos como sí lo hizo en abril, cuando pateó, golpeó y mordió a los agentes penitenciarios, enfurecido porque lo llevaban al lugar que también alberga al terrorista Abimael Guzmán.
Las imágenes que revelan el consumo de drogas en el interior de los penales –como es el caso de Antauro Humala– obligaron al Ministerio de Justicia a anunciar que la próxima semana se presentará un proyecto para reformar la seguridad penitenciaria.