Las personas pueden hacer en la intimidad sexual lo que les plazca, siempre y cuando ello no atente contra la integridad propia y ajena. Sin embargo, los problemas aparecen cuando determinados hechos se escapan de la esfera privada y quedan expuestas a la siempre afilada mirada pública. ¿Será cierto ese adagio que dice “se perdona el pecado pero no el escándalo”? En tal sentido, recordemos los siguientes ejemplos.
Las personas pueden hacer en la intimidad sexual lo que les plazca, siempre y cuando ello no atente contra la integridad propia y ajena. Sin embargo, los problemas aparecen cuando determinados hechos se escapan de la esfera privada y quedan expuestas a la siempre afilada mirada pública. ¿Será cierto ese adagio que dice “se perdona el pecado pero no el escándalo”? En tal sentido, recordemos los siguientes ejemplos.