Una mujer en Raqqa, ciudad ubicada en Siria que ha sido “declarada” capital de Estado Islámico y que se encuentra bajo el control de los yihadistas, escondió una cámara bajo su niqab (velo que cubre el rostro) para grabar el día a día en la zona, donde los terroristas aplican severamente la ‘sharia’ o ley islámica.
La fotografía de un niño sujetando la cabeza decapitada de un soldado sirio que fue publicada por medios australianos muestra la “atrocidad” de los milicianos del Estado Islámico (IS), afirmó hoy el primer ministro del país, Tony Abott.