Carlos Tapia,Opina.21 Hace ya tres semanas que los campesinos de Uchuy Sihuis, pequeña localidad de Tayacaja en la ruta de insumos para la droga de Vizcatán, valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), sufrieron una incursión de una patrulla militar que primero abrió fuego graneado a las humildes casas hechas de madera, y seguidamente “redujo” brutalmente a sus ocupantes como si fueran terroristas. Ello sucedió aunque, curiosamente, al no recibir un fuego contrario desde las casas, se supone que los oficiales al mando dedujeron que no eran terroristas o que la laptop buscada con supuestos datos importantes no iba a ser dejada por los Quispe Palomino en manos de simples campesinos. Digo, nada más.