El pene no siempre es recto. Muchos varones nacen con el miembro curvado hacia un costado, lo cual puede llamar la atención. “Se ve chistoso, parece un platanito”, dice Melissa (36) sobre el pene de su esposo. Llevan juntos 15 años y siempre le ha parecido curioso ese detalle. “Por suerte, no es muy curvado. No tenemos problemas en la intimidad por ese lado”, agrega. “Mi enamorado tiene el pene un poquito doblado hacia la derecha. A veces tenemos problemas con determinada postura, pero nada grave. Nos podemos acomodar sin mayor complicación”, revela Sandra (29).
Lo oculto estimula la curiosidad hasta límites insospechados. Cuántos conquistadores españoles se han perdido buscando ciudades de oro como Paititi o El Dorado, ilusionados todos ellos por encontrar la fortuna de sus vidas. De igual manera, ocurre con el Punto G, una zona de supremo placer femenino que ha provocado numerosas expediciones íntimas, muchas de ellas fallidas.
Lo oculto estimula la curiosidad hasta límites insospechados. Cuántos conquistadores españoles se han perdido buscando ciudades de oro como Paititi o El Dorado, ilusionados todos ellos por encontrar la fortuna de sus vidas. De igual manera, ocurre con el Punto G, una zona de supremo placer femenino que ha provocado numerosas expediciones íntimas, muchas de ellas fallidas.
“Una vez tuve un orgasmo tan, tan intenso que creo que tuve eso que llaman eyaculación femenina. Me asusté un poco, pero se sintió tan bien que no le di mayor importancia”, cuenta Susan (34).
“Una vez tuve un orgasmo tan, tan intenso que creo que tuve eso que llaman eyaculación femenina. Me asusté un poco, pero se sintió tan bien que no le di mayor importancia”, cuenta Susan (34). “Tengo amigas que me han hablado de eso. Incluso me han mandado al correo links de videos en YouTube que explican cómo lograr una. Francamente, no me ha pasado hasta ahora”, señala Luisa (29). ¿Es la eyaculación femenina un mito o una verdad? Existe, ciertamente, pero también es uno de los grandes enigmas de la intimidad debido a su poca frecuencia y a la escasa discusión al respecto.
Para disfrutar el sexo no se necesita saber todo el Kama Sutra. ¿Para qué aprender 200 poses si una pareja puede estar feliz con tres o cuatro bien hechas? Sin embargo, le sugerimos explorar una postura sencilla pero a la vez divertida: la “vaquera invertida” (en inglés es conocida como “reverse cowgirl”). Consiste en lo siguiente: el hombre se recuesta sobre su espalda y la mujer se coloca sobre él, dándole la espalda. De esta forma, se procede a la penetración, cuyo ritmo, por cierto, será manejado por la mujer. Es una pose agradable por varias razones. Por ejemplo, el hombre tiene una visión inmejorable de las nalgas de su pareja, lo cual resulta muy excitante (recuerde que para el varón el estímulo visual es primordial). Asimismo, esta postura permite el roce del pene con el punto G femenino, lo cual podría provocar un gran orgasmo si es que ambos descubren la manera apropiada de moverse. Por otra parte, esta posición facilita la estimulación manual del clítoris, la cual puede ser ejecutada por la propia mujer o con ayuda del hombre.
1. DESCUBRIRSE A SÍ MISMA Desprenderse del tabú que implica la autoexploración es un gran reto, ciertamente, pero es necesario. En tal sentido, la experta sexual Emily Morse considera que, dada la complejidad del placer femenino, es fundamental que las mujeres se estimulen por sí mismas en solitario. “¿El lado izquierdo de tu clítoris es extrasensible? ¿Prefieres la estimulación indirecta? ¿Te gusta el movimiento circular o arriba-abajo sobre tu clítoris? A todas las mujeres les digo que descubran cómo funciona su cuerpo y que compartan esta información con sus parejas”, señala Morse.
1. DESCUBRIRSE A SÍ MISMA Desprenderse del tabú que implica la autoexploración es un gran reto, ciertamente, pero es necesario. En tal sentido, la experta sexual Emily Morse considera que, dada la complejidad del placer femenino, es fundamental que las mujeres se estimulen por sí mismas en solitario. “¿El lado izquierdo de tu clítoris es extrasensible? ¿Prefieres la estimulación indirecta? ¿Te gusta el movimiento circular o arriba-abajo sobre tu clítoris? A todas las mujeres les digo que descubran cómo funciona su cuerpo y que compartan esta información con sus parejas”, señala Morse.
Es normal que en determinado punto de una relación amorosa se llegue a una fase de aburrimiento sexual. Suele pasar que uno, o ambos, sienten que la dinámica sobre la cama ya no es la misma. ¿Cómo recuperar esa chispa? Pues con un poco de ingenio. En tal sentido, te presentamos una selección de aplicaciones que pueden ayudar.
Es normal que en determinado punto de una relación amorosa se llegue a una fase de aburrimiento sexual. Suele pasar que uno, o ambos, sienten que la dinámica sobre la cama ya no es la misma. ¿Cómo recuperar esa chispa? Pues con un poco de ingenio. En tal sentido, le presentamos una selección de aplicaciones que pueden ayudar.
¿Nunca ha salido de su habitación para tener sexo? Pues no sabe lo que se pierde. La idea no es que busque lugares exóticos o arriesgados como el baño de un avión, un ascensor o la Torre Eiffel, sino explorar su propio hogar, como bien sugiere el portal Women’s Health. Por ejemplo, puede probar hacerlo en la sala. De hecho, con un poco de creatividad, puede acomodar los cojines y ensayar posturas nuevas. Otro lugar: el baño. La ducha, para ser más precisos. Lo ideal sería potenciar esta práctica agregando algún juguete erótico o usar la fuerza del agua como estímulo. Otra sugerencia: la escalera. Usarla tiene ventajas. Por ejemplo, facilita realizar la postura del ‘perrito’ de pie. De hecho, si la pareja encuentra maneras de acomodarse, la escalera ayuda a la estimulación de zonas estratégicas como el clítoris o el punto G. Finalmente, Women’s Health recomienda la cocina. La mesa de servicio o algún tablero por ahí pueden servir de soporte para hacer las travesuras. Juegue también con elementos que encuentre: frutas, cremas, en fin. Diviértase.
A diferencia del hombre, la mujer necesita buen tiempo para desarrollar la fase de excitación plena. Este proceso, alimentado por besos, caricias y otros estímulos sensoriales, puede durar cinco, diez, quince, veinte minutos o más (depende de cada dama). Por otra parte, investigaciones científicas sostienen que la mujer necesita sentirse cómoda, segura y relajada para poder disfrutar plenamente una relación sexual. Lo paradójico es que muchos caballeros ignoran todo esto: ni dedican tiempo a la fase de excitación de su compañera ni son capaces de brindarle la seguridad necesaria. Aceptar y entender estas condiciones puede cambiar totalmente el escenario sobre la cama. ¿Qué otras necesita saber el hombre?
A diferencia del hombre, la mujer necesita buen tiempo para desarrollar la fase de excitación plena. Este proceso, alimentado por besos, caricias y otros estímulos sensoriales, puede durar cinco, diez, quince, veinte minutos o más (depende de cada dama). Por otra parte, investigaciones científicas sostienen que la mujer necesita sentirse cómoda, segura y relajada para poder disfrutar plenamente una relación sexual. Lo paradójico es que muchos caballeros ignoran todo esto: ni dedican tiempo a la fase de excitación de su compañera ni son capaces de brindarle la seguridad necesaria. Aceptar y entender estas condiciones puede cambiar totalmente el escenario sobre la cama. ¿Qué otras necesita saber el hombre?
1. El hombre debe tener paciencia, técnica y compromiso. Es decir, lejos de ver al cunnilingus como un mero trámite o para quedar bien con su pareja, sería apropiado entenderlo como un método para brindarle memorables momentos de gozo. “El mejor sexo oral no se trata de cuánto tratas de lamer y succionar desesperadamente”, dice un artículo publicado en la revista GQ.
1. El hombre debe tener paciencia, técnica y compromiso. Es decir, lejos de ver al cunnilingus como un mero trámite o para quedar bien con su pareja, sería apropiado entenderlo como un método para brindarle memorables momentos de gozo. “El mejor sexo oral no se trata de cuánto tratas de lamer y succionar desesperadamente”, dice un artículo publicado en la revista GQ.
Según cuentan las leyendas sexuales, la estimulación del punto G puede provocar intensos y memorables orgasmos a la mujer. Sin embargo, hay un gran problema: ¿dónde está el punto G? La verdad es que no es tan fácil como señalar dónde está la nariz, el corazón o el hígado.
Según cuentan las leyendas sexuales, la estimulación del punto G puede provocar intensos y memorables orgasmos a la mujer. Sin embargo, hay un gran problema: ¿dónde está el punto G? La verdad es que no es tan fácil como señalar dónde está la nariz, el corazón o el hígado.
El sexo es un mecanismo sublime para expresar amor. Mecanismo, ojo, según la Real Academia Española: proceso (sucesión de fases). Es decir, si bien parece un acto instintivo, salvaje, donde la espontaneidad y el momento están por encima de todo, el sexo es una puesta en escena, una performance, un acto que tiene pasos y recetas, etapas y convenciones.
El sexo es un mecanismo sublime para expresar amor. Mecanismo, ojo, según la Real Academia Española: proceso (sucesión de fases). Es decir, si bien parece un acto instintivo, salvaje, donde la espontaneidad y el momento están por encima de todo, el sexo es una puesta en escena, una performance, un acto que tiene pasos y recetas, etapas y convenciones. Por ello, antes de poner en práctica las enseñazas de Alessandra Rampolla o el Marqués de Sade, sea respetuoso, pregunte, consulte, negocie. En tal sentido, le presentamos algunos ejemplos para ilustrar esta idea.
WASHINGTON (AFP).– El ginecólogo estadounidense Adam Ostrzenski afirma haber encontrado el punto G, el centro de extremo placer femenino, ubicado en la pared interior frontal de la vagina, cuya existencia sigue siendo objeto de controversia durante años. Ostrzenski, del Instituto de Ginecología de St. Petersburg, Florida (sureste), dijo que ha confirmado la existencia del punto G tras realizar una disección de la pared interior de la vagina del cadáver de una mujer de 83 años, indicó un estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine.
Un ginecólogo estadounidense afirma haber encontrado el Punto G, el supuesto centro de extremo placer femenino ubicado en la pared interior frontal de la vagina, cuya existencia en la anatomía sexual de la mujer es objeto de controversia desde hace décadas.
¿Recuerda los primeros días de enamoramiento? ¿Los días en los que solo pensaba en su amada/amado y no aguantaba la hora para probar mil y un piruetas en la cama? Ahora pregúntese: ¿Por qué hoy prefiere ver televisión, dormir o argumentar que le duele la cabeza antes que tener sexo con su pareja? El “ya no es lo mismo” es una llamada de alerta que puede causar problemas en la relación. Por ello, hoy le sugerimos algunas ideas para evitar dicho escenario.
¿Recuerda los primeros días de enamoramiento? ¿Los días en los que solo pensaba en su amada/amado y no aguantaba la hora para probar mil y un piruetas en la cama? Ahora pregúntese: ¿Por qué hoy prefiere ver televisión, dormir o argumentar que le duele la cabeza antes que tener sexo con su pareja? El “ya no es lo mismo” es una llamada de alerta que puede causar problemas en la relación. Por ello, hoy le sugerimos algunas ideas para evitar dicho escenario.
El doctor Amichai Kilchevsky, urólogo del hospital New Haven de la Universidad de Yale, en Connecticut, llegó a la conclusión de que el famoso punto G no existe.
Durante años se viene hablando del famoso punto G –nombrado así en honor del ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, quien dijo haber descubierto la zona en los 1950– y del “extremo placer sexual” que es capaz de proporcionar.