Carlos Meléndez,Persiana Americana Una mala política pública es, normalmente, el resultado de un mal diagnóstico. Esta premisa parece explicar la creciente crisis de inseguridad que amenaza al país. Hace un año, un ministro del Interior de triste recordación señalaba que el crimen y la delincuencia eran un “problema de percepción”. Por lo tanto –tramaron las mentes brillantes de nuestro gobierno–, se requería de alguien que modificase esas percepciones “erradas”.