Así como hay padres fríos y severos, hay padres que son todo lo contrario. Permisivos. Generosos en exceso. Todo ello sin medir las consecuencias. Según la psicoterapeuta Ximena Castro de Quantrill, una clave de esta conducta se halla en la biografía. “Hay padres que tuvieron una infancia pobre económicamente. Entonces, no quieren que sus hijos pasen las mismas carencias. Pero, psicoanalíticamente hablando, pasa esto: al dar todo a los hijos, lo que hace el papá es ponerse en el lugar de ellos y darle todo a ese niño que nunca tuvo nada”, explica.