Desde hace casi siete meses Alida Masa Castillo busca a su hija de 13 años. El 9 de agosto pasado, cuando fue a la comisaría de Zarumilla para denunciar su desaparición, no encontró respuesta de la Policía. Dos semanas después, gracias a un video grabado por una cámara de seguridad del puesto fronterizo de Aguas Verdes, se supo que la menor fue secuestrada y llevada a la fuerza a Ecuador, al parecer para ser explotada sexualmente.
La policía y la ONG griega La sonrisa del niño han recibido cerca de 5,000 llamadas telefónicas de todo el mundo de ciudadanos dispuestos a colaborar en la búsqueda de los padres genéticos de una niña de unos cuatro años hallada en un campamento gitano en la localidad de Fársala.
Aída Norma Soto Quispe (48) intentó salir de Lima hacia Huancayo el 8 de agosto con un bebé que no era suyo, pero fue detenida a tiempo en la garita de control de Corcona, en Huarochirí. Al ser interrogada por la Policía, manifestó que una “desconocida” le había entregado a la criatura pues ella no puede concebir.
En 1991, la figura de rapto de un niño fue retirada del Código Penal, y en su reemplazo se instauró el delito de secuestro. Por tanto, sustraer a un menor de 18 años es penado con la cadena perpetua, según nuestro ordenamiento jurídico.
Aída Norma Soto Quispe (48) intentó salir de Lima hacia Huancayo el 8 de agosto con un bebé que no era suyo, pero fue detenida a tiempo en la garita de control de Corcona, en Huarochirí. Al ser interrogada por la Policía, manifestó que una “desconocida” le había entregado a la criatura pues ella no puede concebir.
Fritz Du Bois,La opinión del director director@peru21.com