“¡Negra!”. Oí gritar a un niño pequeño cuando estaba en el salón de clases en primaria. Lo curioso, es que no recuerdo el rostro de mi compañero, no recuerdo su nombre, ni en qué fila o asiento estaba ubicado, tan solo recuerdo su voz penetrante, su grito, su ofensa, quizás aprendida de sus padres.
La primera ministra negra en Italia, Cecile Kyenge, respondió a una serie de insultos sexistas y racistas diciendo que está orgullosa de ser negra, no ‘de color’, y que el país no discrimina por razas.
La prensa estadounidense lanzó duras críticas a la cantante Beyoncé por, supuestamente, aclararse la piel en un afiche que publicita su nuevo disco, titulado simplemente 4.
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, rechazó ser una “negra irascible”, imagen que le atribuye un reciente libro, en donde se habla de supuestos roces entre ella y los asesores de la Casa Blanca.