Hace cuatro meses, cuando el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa llegó a la Ciudad Blanca para conocer detalles del museo virtual sobre su vida y obra que se construía en la casa donde nació, dijo estar maravillado por el trabajo. No se equivocó. Es que esa misma sensación aseguraron tener los primeros visitantes que acudieron ayer a dicho recinto.