Los drenajes instalados en la fortaleza de Kuélap para prevenir los daños por las lluvias no fueron suficientes ante las torrenciales precipitaciones que este año afectaron la Amazonía. Como resultado de los aguaceros colapsó una muralla del complejo, de 10 metros de alto por 15 de ancho, mientras que otros muros quedaron debilitados.
Una trocha carrozable construida para acceder a una cantera en la ciudad de Trujillo destruyó parte de una muralla de la época Chimú que sirvió como límite y defensa de la antigua ciudad de barro de Chan Chan.