En los procesos de selección laboral, una de las preguntas más frecuentes es “háblame de tus logros más importantes”, y debes estar preparado para dar la mejor respuesta. Es frecuente tener claras las funciones y responsabilidades que desarrollaste, pero puede suceder que no tengas muy claros tus logros.
Es importante que dediquemos parte de nuestro tiempo para reflexionar dónde estamos a nivel profesional, qué tanto hemos avanzado, y adónde queremos llegar. Muchas veces no lo hacemos porque nos sentimos bien con lo que estamos haciendo, porque estamos en nuestra situación de confort, o simplemente no queremos pensar en este tema.
Toda persona que desee mantenerse vigente y competitiva en el mercado laboral debe conocer si su perfil se ajusta a los requerimientos del sector en el que se desenvuelve o en el que está interesado en incursionar. Actualmente, es casi una obligación investigar el mercado debidamente, teniendo en cuenta nuestro nivel educativo, experiencia profesional que tengamos y nuestras proyecciones profesionales a mediano y largo plazo.
“No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”, decía Séneca, filósofo romano, refiriéndose a que sin objetivos claros el rumbo es incierto. Ante esta idea surge la pregunta: ¿ya tienes definidos tus objetivos? Todo ejecutivo, preocupado por su desarrollo profesional, debería trazárselos a largo y a corto plazo.
Como ejecutivos, somos conscientes de que debemos enfocar nuestros productos o manejar las empresas de diferentes maneras en cada ciclo, pero pocas veces nos ponemos a pensar en qué etapa de nuestra carrera profesional estamos y cómo manejarla. Veamos cada una:
En el Perú creemos que “jubilarse” es sinónimo de una muerte anunciada y nada más errado que ello. En la actualidad, un retirado activo tiene muchas opciones: volver a estudiar, dar clases, ofrecer consultorías, iniciar un pequeño negocio, trabajar en un empleo de jornada parcial, desarrollar una cartera de inversiones, o dedicarse a los viajes y la familia.
Deberíamos ir tras ese empleo ideal, en el que tengamos la oportunidad de crecer, estemos orgullosos de pertenecer, en el que tengamos pasión por lo que hacemos genuinamente de gente que nos agrada, aprendamos de ellos y compartamos valores similares.
En todo proceso de selección laboral existen pruebas psicológicas que debemos afrontar. A continuación comparto algunos tips que pueden ayudarnos con estas pruebas.
Algunos candidatos en transición laboral comentan que han pasado por diferentes áreas de una empresa (Marketing, Ventas, Operaciones, etc.) y señalan que podrían desempeñarse en cualquiera.
Compartiré con ustedes sobre los tres factores de éxito para una entrevista laboral: la preparación, la actitud y el encaje.