Nacido para matar. Tenía apenas 11 años cuando su rebeldía ya se dejaba notar. Tras el abandono de sus padres, se refugió en lo único que tenía: la calle. Así, no pasó mucho tiempo para que se convirtiera en el más adiestrado alumno de su tío –un sanguinario extorsionador– y, poco después, ya era un experto en el manejo de armas.
Nacido para matar. Tenía apenas 11 años cuando su rebeldía ya se dejaba notar. Tras el abandono de sus padres, se refugió en lo único que tenía: la calle. Así, no pasó mucho tiempo para que se convirtiera en el más adiestrado alumno de su tío –un sanguinario extorsionador– y, poco después, ya era un experto en el manejo de armas.