Justicia popular

(La Paz/EFE) Un hombre de entre 25 y 30 años fue quemado vivo dentro de su vehículo tras ser ser confundido con un ladrón por vecinos del barrio San Roque, en la ciudad de El Alto, en Bolivia.

Dos mujeres acusadas de haber robado el motor de un vehículo fueron golpeadas por los integrantes de las rondas campesinas de Juliaca, en Puno.

Pobladores del distrito de Coata (Puno) ataron a un poste a Juan Flores Marca (49), le rociaron gasolina y lo quemaron vivo, tras acusarlo de pretender robar una moto lineal durante el desarrollo de la feria habitual de cada miércoles.

Las rondas campesinas siguen aplicando la justicia popular. Esta vez, fue en el caserío de Calispuquio, en la provincia de Cajamarca, donde azotaron y golpearon a una pareja que fue encontrada en un evidente acto de infidelidad.

Una llamada telefónica a una radio local alertó a la Policía. Un hombre que sólo se identificó como familiar de una de las víctimas del ‘cortanalgas’ dijo que saldría a las calles a cazar al agresor. “Yo ando armado. Lo voy a encontrar y lo voy a matar”, aseguró.

Otro caso brutal caso de ajusticiamiento popular ocurrió en Bolivia. Dos brasileños acusados de asesinar a tres personas en un bar fueron quemados vivos por enardecidos pobladores que asaltaron la comisaría en la que estaban detenidos en San Matías, al este de La Paz.