Cinco jóvenes aventureras planearon, meses atrás, desafiar al viento y se animaron a hacerlo el domingo, sin imaginar que serían víctimas del mal tiempo y de la negligencia de una irresponsable empresa y de la autoridad. El globo aerostático que cayó al mar de Cañete –con siete pasajeros a bordo, dos de ellos aún desaparecidos– volaba de manera ilegal y sin la fiscalización del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).