Interminables colas que, en el mejor de los casos, sirven para conseguir una cita médica dentro de tres o cinco meses y, en otros, para recoger solo la mitad de los fármacos recetados. Pacientes que –por la falta de camas– son atendidos en los pasadizos, los mismos que lucen invadidos por conexiones eléctricas peligrosas y cajas de medicinas apiladas.
Interminables colas que, en el mejor de los casos, sirven para conseguir una cita médica dentro de tres o cinco meses y, en otros, para recoger solo la mitad de los fármacos recetados. Pacientes que –por la falta de camas– son atendidos en los pasadizos, los mismos que lucen invadidos por conexiones eléctricas peligrosas y cajas de medicinas apiladas.