Para muchos padres, el verano les provoca dolor de cabeza. No por el excesivo calor, sino por una situación en concreto: las fiestas nocturnas en la playa. ¿Qué ocurre? Se está haciendo cada vez más frecuente que chicos y chicas de secundaria acudan a las playas para divertirse.
Para muchos padres, el verano les provoca dolor de cabeza. No por el excesivo calor, sino por una situación en concreto: las fiestas nocturnas en la playa. ¿Qué ocurre? Se está haciendo cada vez más frecuente que chicos y chicas de secundaria acudan a las playas para divertirse. Si usted es padre de un adolescente, sabe a qué nos referimos. Es probable que su hijo le haya dicho “papá, tengo una fiesta en el sur, ¿puedo ir?”. Esta sola pregunta puede disparar un conflicto.