En una noche en la que la WWE se volvió extrema, Seth Rollins fue el principal beneficiado, al retener ante Randy Orton el título de campeón completo de la empresa cuando logró escapar de la jaula de acero al aplicarle un ‘RKO’ –movimiento final del mismo Orton- a su oponente, tras la intervención de Kane, quien semanas antes, había tenido varios enfrentamientos con Rollins.