TOKIO (Agencias).– El ministro japonés de Finanzas, Taro Aso, dijo que los ancianos deben “apurarse y morir” para así aliviar los gastos del Estado en su atención médica. Estas declaraciones son alarmantes en una sociedad en la que el 25% de la población tiene más de 60 años. El propio funcionario tiene 72 años.