Aunque, de lunes a sábado, sus principales clientes son ejecutivos y empleados, en El Escondite del Gordo se come como en casa: una comida de buen sabor, correcta técnica y sin mayor artificio. Por eso, y por sus buenos precios, dan ganas de regresar.
Aunque, de lunes a sábado, sus principales clientes son ejecutivos y empleados, en El Escondite del Gordo se come como en casa: una comida de buen sabor, correcta técnica y sin mayor artificio. Por eso, y por sus buenos precios, dan ganas de regresar.