Un joven talentoso, con una idea brillante bajo el brazo, acude a un municipio a solicitar la licencia que requiere para poner en práctica lo que tiene pensado. El funcionario que lo recibe, un hombre honesto, quiere darle la licencia, pero no puede. La ambigüedad de la norma que aplicaría en favor del joven podría llevar al funcionario incluso hasta la cárcel.