CIUDAD DE VATICANO (Reuters).– El papa Francisco reformó la legislación del Vaticano para especificar que la violencia sexual contra los niños es un delito y para castigar con duras penas al personal que filtre información confidencial de la Santa Sede, una medida que busca poner fin a años de escándalos que han dañado a la Iglesia Católica.
El papa Francisco aprobó una reforma del código penal de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano que contempla, entre otras, la introducción del delito de tortura, la supresión de la cadena perpetua y una amplia y mayor definición de los delitos contra menores, entre ellos la pornografía infantil y el abuso de menores.
El diario italiano Il Fatto Quotidiano informó que el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos entregó al papa Benedicto XVI un documento sobre la existencia de un complot para acabar con el pontífice dentro de 12 meses.