Los asaltos a mano armada para apoderarse de vehículos han cobrado mayor fuerza desde hace cinco años. Al principio, las víctimas de estos hechos eran, en su mayoría, los taxistas que trabajaban en station wagon debido a que las autopartes y los accesorios de estas unidades tenían gran demanda en el ‘mercado negro’, informó un oficial de la División de Investigación de Robos de la Dirincri.