Parece que el pedido del presidente Ollanta Humala para que las autoridades y funcionarios públicos no les abran las puertas a los miembros de su familia cayó en saco roto. Eso, al menos, es lo que sucedió en el distrito de San Marcos, Áncash, con Alexis Humala.
Parece que el pedido del presidente Ollanta Humala para que las autoridades y funcionarios públicos no les abran las puertas a los miembros de su familia cayó en saco roto. Eso, al menos, es lo que sucedió en el distrito de San Marcos, Áncash, con Alexis Humala.