El pitazo final desencadenó sentimientos encontrados en la cancha del estadio Malvinas Argentinas. Mientras que los chilenos festejaban su clasificación, algunos jugadores peruanos le reclamaban al juez de línea por el gol anulado a Wilder Cartagena sobre la hora. Unos metros más allá, en el centro del campo, otros integrantes de la rojiblanca lloraban la eliminación.