Carlos Meléndez,Persiana Americana Érase una vez un partido que unía a “trabajadores manuales e intelectuales” en un frente antioligárquico que pretendía retar a los virulentos poderes fácticos que gobernaban. Este partido, el Apra, tenía bases jóvenes y activas, y combinaba una propuesta radicada en las luchas obreras y de las ideas. Hoy, el Apra no representa a ningún sector popular y su juventud intelectual (acaso una exageración) está desprestigiada por probados plagios en una compilación de textos que, paradójicamente, debió signar su camino hacia la renovación intelectual.