Fernando Maestre,Opina.21 Últimamente estamos presenciando una menor cantidad de uniones conyugales puesto que las parejas están tomando más la ruta de la convivencia sin mayores responsabilidades. Las razones no solo las encontramos en las nuevas libertades sociales, sino también en lo complejo que puede resultar el inicio de la convivencia y la llegada de los hijos. Por ello, cuando recordamos cómo eran las uniones décadas atrás, encontramos que estas habían tenido siempre el apoyo de familiares y amigos para poder subsistir en el tiempo. Hoy, las parejas que se casan se sienten omnipotentes y creen que ellos solos pueden manejar su unión. Esto hace que la pareja sola tenga que aprender el delicado trance del embarazo, el parto, la lactancia, la crianza del bebé. Otro factor importante es no tener en cuenta que necesitamos la voz de la experiencia para que nos diga si es que seguimos con costumbres de soltero y que no estamos respetando a la esposa. Toma un tiempo aprender. Por ello, no desdeñes la ayuda de familiares y los consejos de buenos amigos.
Navidad y Año Nuevo son, en teoría, celebraciones para poner contentos a todos. Sin embargo, resulta frecuente que muchas personas experimenten un cuadro depresivo durante estos días.
Navidad y Año Nuevo son, en teoría, celebraciones para poner contentos a todos. Sin embargo, resulta frecuente que muchas personas experimenten un cuadro depresivo durante estos días. “Es normal que las personas se evalúen a sí mismas a fin de año. El hecho de no haber alcanzado determinadas metas y sentir un balance negativo hace que no disfruten estas festividades”, afirma Rachael Silberman, psicóloga de la clínica Javier Prado. Es decir, estamos ante una paradoja: mientras la mayoría de personas tienen motivos para ser felices, hay quienes tienen razones para no serlo. “Muchos se preguntan ‘¿por qué debería estar festejando?’”, agrega la especialista.
¿Qué hacer cuando papá, mamá o uno de los abuelos desarrolla enfermedades como Alzheimer o Parkinson? En vista de que son males que aún no tienen cura y que tienden a empeorar con el tiempo, el apoyo de los familiares resulta clave. “Para empezar, los seres queridos deben informarse bien”, señala Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional. “Es muy importante pues se cree que la persona con Alzheimer, digamos, *se porta así por engreimiento, para llamar la atención o por malcriadez*”, agrega.
¿Qué hacer cuando papá, mamá o uno de los abuelos desarrolla enfermedades como Alzheimer o Parkinson? En vista de que son males que aún no tienen cura y que tienden a empeorar con el tiempo, el apoyo de los familiares resulta clave. “Para empezar, los seres queridos deben informarse bien”, señala Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional. “Es muy importante pues se cree que la persona con Alzheimer, digamos, se porta así por engreimiento, para llamar la atención o por malcriadez”, agrega.
Es normal tener un concepto negativo del fracaso. Muchas personas rechazan esta posibilidad a tal punto que, por miedo a equivocarse, dejan de intentar cosas que les gustaría hacer. Digamos, empezar un negocio, seguir una maestría, buscar una reconciliación con algún ser querido, en fin. “No nos gusta sentirnos como fracasados, pero la verdad es que hasta las personas más exitosas han fracasado en algún momento”, sostiene la psicóloga Lucy Ibáñez.
Es normal tener un concepto negativo del fracaso. Muchas personas rechazan esta posibilidad a tal punto que, por miedo a equivocarse, dejan de intentar cosas que les gustaría hacer. Digamos, empezar un negocio, seguir una maestría, buscar una reconciliación con algún ser querido, en fin. “No nos gusta sentirnos como fracasados, pero la verdad es que hasta las personas más exitosas han fracasado en algún momento”, sostiene la psicóloga Lucy Ibáñez.