Varios futbolistas dejaron de existir en plena cancha, tal como sucedió con Yair Clavijo. Uno de los casos más dolorosos ocurrió el 26 de junio de 2003, cuando en plena Copa Confederaciones el camerunés Marc Vivien Foé se desplomó mientras su selección jugaba con Colombia. Su deceso se produjo por un paro cardiaco.