Los humanos con características físicas especiales fueron durante mucho tiempo objetos de exhibición. Esta práctica cruel, desarrollada principalmente en occidente hasta el siglo XIX tuvo como una de sus protagonistas a Sara Baartman, una africana famosa por su trasero.
La historia de Sara Baartman ha vuelto a tomar importancia debido a que en estos últimos días se ha rumoreado que su vida será llevada al cine, nada más y nada menos que por Beyoncé. A pesar del revuelo, los representantes de la cantante no lo han afirmado.
Beyoncé estaría pensando en realizar una cinta sobre Sara Baartman. (AP)
LA HISTORIA DE SARA
Sara Baartman falleció el 29 de diciembre de 1815 con tan solo 26 años, pero a pesar de ello sus restos continuaron siendo exhibidos durante muchas décadas más. Sólo pudieron llegar a un lugar de reposo en 2002.
Se cree que nació en la Provincia Oriental del Cabo de Sudáfrica en 1789. Su vida está marcada por una serie de tragedias, las cuales comenzaron cuando falleció su madre cuando tenía tan solo dos años de edad. Perdería a su padre en la adolescencia, con lo cual empezó a trabajar para sobrevivir.
Según reporta la BBC, un colono holandés asesinó a su pareja, con quien había tenido un bebé que también perecería tiempo después. El giro a su vida vendría a los siguientes meses.
En octubre de 1810, a pesar de ser analfabeta, habría firmado un contrato con el cirujano inglés William Dunlop y el empresario Hendrik Cesars. El acuerdo consistía en viajar hasta Inglaterra para aparecer en espectáculos. Y así lo hizo, empezando en Piccadilly Circus, en Londres.
El gran atractivo: sus protuberantes nalgas. Ello se debía a lo conocido como esteatopigia, una acumulación excesiva de grasa en esta zona. Es más característico en mujeres y sobretodo en las de origen africano.
El término nunca fue debatido en la época, pero si lo fue tiempo después al notar que tendría una connotación racista pues sugiere que si una mujer tiene el trasero grande y es negra, sufre de una enfermedad.
Como lado opuesto se tiene a la ‘calipigia’, como se llama a las que poseen traseros más pequeños, que tiene como referencia a la Venus Calipigia, una estatua romana de un mármol muy blanco.
UNA ATRACCIÓN CIRCENSE
En su periplo circense Sara Baartman fue conocida con el nombre de “la Venus Hotentote”. Nunca se conoció si fue esclavizada o si verdaderamente todo formaba parte de un contrato artístico legal.
Pero en 1814, tras pasar varios años entre París y Londres, Baartman fue poseída por un “exhibidor de animales”, cuyo nombre artístico era Reaux.
Antes de morir, la africana aceptó ser estudiada y pintada por científicos y artistas, pero se rehusó a aparecer completamente desnuda frente a ellos.
Su muerte se habría debido a “una enfermedad inflamatoria y eruptiva”, algo que pudo ser producto de sífilis, alcoholismo y neumonía.
El naturalista Georges Cuvier, indica la BBC, hizo un modelo de yeso de su cuerpo antes de disecarlo. Además, preservó su esqueleto, cerebro y sus órganos genitales los cuales fueron exhibidos en el Museo del Hombre de París hasta 1974.
Recién en 2012 sus restos fueron repatriados a Sudáfrica, gracias a gestiones de Nelson Mandela, quien había hecho el pedido en 1994. Su cuerpo fue enterrado en la provincia donde Sara Baartman nació, 192 años de su salida a Europa.
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